“El neoliberalismo tiende a destruir a todos los “colectivos” aptos a
defender a los individuos. La meta es que el individuo esté aislado en el mercado,
a merced de las fuerzas del mercado y sin posibilidades de resistir”.
El neoliberalismo, José Comblin.
Más de una buena razón tenemos, como chilenos, para atender a las razones expuestas por el teólogo belga José Comblin en su libro El Neoliberalismo, ideología dominante en el fin de siglo. En efecto, Chile ostenta el dudoso prestigio de haber sido un “laboratorio del neoliberalismo” gracias a las políticas implementadas por tecnócratas como Jorge Cauas o Sergio de Castro, instalados en el gobierno por Augusto Pinochet en 1975. Se trataba de los Chicago Boys, así llamados por el hecho de haber desarrollado sus estudios de postgrado en
Anteriormente considerados como unos excéntricos por los hegemónicos keynesianos[1], Hayek y Friedman sostenían, entre otras cosas, que el Estado era el enemigo intrínseco de la libertad, al igual que el socialismo, los sindicatos y la planificación en general.
Para que la economía pudiera desplegarse libremente, generara riqueza y que las naciones subdesarrolladas salieran de su atávico retraso había que introducir reformas profundas en la forma de hacer las cosas, y si estas fallaban había que aplicarlas con aún más fuerza, contradiciendo, de este modo, las intuiciones más palmarias del sentido común. Dichas reformas implicaban una radical inversión de lo llevado a cabo hasta entonces, es decir, masivas privatizaciones de los servicios públicos, supeditación de la producción al comercio exterior marginalizando de este modo al mercado interno, "reducción o eliminación de los sindicatos y organizaciones de trabajadores en general"[2], todas ellas aplicadas generosamente en nuestro país y más tarde extrapoladas a todo el ámbito latinoamericano y mundial al amparo de gobiernos de extrema derecha como el de Ronald Reagan en EE. UU. (1981 - 1989) o Margaret Thatcher (1980 - 1990) en Reino Unido.
Pero no es solo de las consecuencias que el neoliberalismo ha supuesto para Chile de lo que trata este instructivo ensayo de Comblin, sino de una completa exposición acerca de los orígenes, naturaleza, antropología y posibles alternativas de esta nueva forma de imperialismo, disfrazada de ideología democrática y liberadora, y machaconamente celebrada como la única forma viable para combatir los males de nuestro mundo, cuando no como culminación de la misma historia (!) en palabras de sus más entusiastas partidarios...
El Neoliberalismo, ideología dominante en el fin de siglo, un libro accesible y profundamente informativo acerca de nuestro país, la sociedad y la economía actual y, tal vez, un buen acicate para estimularnos a buscar formas para contribuir a cambiar el perverso estado actual de las cosas, estrechando, en primer lugar, nuestros vínculos como miembros de un sindicato conciente, maduro y responsable que necesita crecer y fortalecerse cada día más, no solo considerando la proximidad de una nueva negociación colectiva, sino con el fin de construir una relación más justa entre empresarios y trabajadores, tan necesaria en nuestro país como en el resto del mundo subdesarrollado.
Guillermo Riveros Álvarez
[1] Responsables, entre otras cosas, de los así llamados Estados del Bienestar y el sistema de Bretton Woods que sostuvo las bases de la economía mundial desde la segunda posguerra hasta principios de los años setenta..
[2] Comblin, José: El neoliberalismo, Ideología dominante en el cambio de siglo. Ediciones Chile América CESOC, Santiago de Chile, s. f.