Conocí a Roberto Fuentes una tarde de noviembre de 2003, con motivo del lanzamiento de la antología de cuentos Ahora de Al Margen Editores en el bar El Perseguidor. Un pequeño libro amarillo, seis autores, seis relatos. Leí el volumen rápidamente y consideré que su cuento «¿No le parece un poco morboso?», era uno de los mejores, junto al de Ignacio Fritz. No solo por el tema escogido sino, principalmente, por su ejecución. Se notaba artesanía y oficio, agilidad e ingenio. Ambos descollaban con creces por sobre los demás; opinión compartida por todo mi círculo. Meses más tarde, volvimos a vernos y me envió dos nuevos textos que leí y revisé con el mismo interés de la primera ocasión. Pude percatarme de que más allá del entusiasmo de la juventud, existía talento verdadero y bastante trabajo. Roberto es, en efecto, un prolífico y entusiasta narrador. Es ameno, versátil y cercano. Su estilo es coloquial y directo, y sus historias, infinitas. El año pasado, ganó el primer premio de un concurso literario patrocinado por revista Paula con «No te acerques al Menotti», y ya tiene lista su primera novela Algo más que esto, pronta a editarse. También conduce el programa Con el libro a dos manos de radio Rock & Pop y trabaja como editor para la revista Plagio. Y no pretende detenerse. Está mala la cosa afuera es su primer libro solista de relatos. Se compone de quince títulos muy bien escritos, entretenidísimos y agradables de leer. Todas tienen algo que decirnos acerca de nosotros, como individuos y como chilenos. Sus temas van desde las campañas políticas a los amores platónicos, pasando por el mundo de la construcción y las pichangas de barrio. Sobresalen, a mi juicio, las historias protagonizadas por niños, ya que Roberto tiene un especial talento para recrear su mirada y su mundo con singular maestría. La carrera de Roberto Fuentes, ciertamente, recién comienza. Pero comienza muy bien. Con el tiempo, sin duda alguna, dará bastante de qué hablar...
Guillermo Riveros Álvarez